lunes, 19 de octubre de 2009

Seis hexasílabos por despertar del letargo a la joven apenada

Cuando ávidos semejen
Azares del destino,
Siente del ave el trino
Que invoca a quienes crecen

A pesar de desgracias.
Vive con plenitud
La eterna juventud.
Caigan las hojas lacias,

Cubran suelo manchado
Cual lágrimas mejillas,
Que tapen las rencillas
Que el tiempo nos ha echado.

De desagradecidas
Causas el mundo lleno
Está; cogen de pleno
A quien las cree perdidas.

No es hoy día de llantos.
Sufra quien el sufrir
Sea modo de vivir
Aunque no importe a cuántos.

Por viles tretas gime
Inocente afectado.
Ahora ríe de grado,
Que el mal nunca se arrime.

domingo, 18 de octubre de 2009

Soneto VIII

Duerme, Tirsis, duerme y siente beldad,
Arropada en exquisitos laureles
Donde, en sueños, nuevos mundos modeles,
Mundos que, en vida, se hagan realidad.

Duerme, Tirsis, duerme. Busca verdad
En el lugar donde poetas noveles
Cantan odas a la madre Cibeles
Por ver tu piel, de extrema suavidad.

Allí, que de letras sé y puedo armarme.
Allí, que nunca nadie podrá herirme.
Allí, Tirsis, que no puedo perderme.

En rimas y sueños debo quedarme,
Donde sólo feliz logro sentirme,
Mas nunca fuera. Duerme, Tirsis, duerme.


miércoles, 7 de octubre de 2009

Soneto VII

Cantan gloriosos himnos querubines
A dioses de grandeza ultraterrena
Y no ven que, so el cielo, en la arena,
Hay belleza digna de serafines.

Quien perfección buscaba en los confines
Del mundo, Venus, combate la pena
Que, por no ver su rizada y morena
Esencia, cometen mil actos ruines.

Tú, áurea presencia en rosas bañada,
Que efímera apareces, más presente
Te hayas entre mis musas, amagada,

Pides al poeta una rima alheñada
Con su arte, más te digo, confidente,
Que tü eres su poesía anhelada.